Tengo encontradas posiciones antagónicas de pensamientos punzantes que realizan poco a poco una contradicción mucho mas que interesante. Pensando en poder resolver distancias asesinas me veo contando kilómetros en la ruta de nuestras vidas.
No tenerte en palabras mayúsculas me hace pensarte revisionista con el subiratence de mi lado en percepciones analíticas.
La trampa esta tendida y caigo inocente pero advertida.
La sutileza nos cuesta, pero hasta con énfasis nos desentendemos, nos alcanzamos y sin ese compromiso, comprendo, aunque sin compartirlo o sentirlo, esa distancia burlesca que se pone recta y me aclara cada uno de los centímetros que la componen.
La trilogía del incansable y fortuito plan, me despedaza, me enrojece hasta los huesos y decido poner ese sentimiento ahí y esperar a René.
Es una suerte que te siente bien la ciudad donde dios encuentra cómodo su burocracia, pero mas afortunado es que mis sentimientos jueguen entre acequias y saludos reales.
Esa persona puramente aterrada me escucha, me toma, me duele, me abraza.
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