Perdonando lentamente la incomunicación arbitraria no dejo de escucharte en toda esa plegaria. A veces quiero pensar que todo desaparece. De tanto perseguirte te extinguís en un complejo de acciones antagónicas. Veo lo oriental en algo más que familiar, lo tomo temeroso del comienzo de empezar.
Tomo tu mirada como si eso fuera a darme la verdad, pero en la negativa de tu bolsillo con migas te vuelvo a encontrar.
En un baile que me es ajeno a todo ese ritual contemplo ese faltante que entre espuma me hace delirar. Hay un vidrio que me separa de ese sol irregular, hay colores que no me terminan de cerrar, cuando subas me voy a imaginar que de tanto aburrimiento y humo en lo ojos te voy a encontrar.
Las apariencias no me engañan ya que conozco mucho más que tu apetito y forjo eso que en la nuca es mucho más que dulce.
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